viernes, 25 de noviembre de 2011

Los fetichismos sexuales...ese objeto de deseo

Es de los temas que menos he hablado con personas. Quizás sea porque es algo que se pueda mantener en la intimidad por temor a que piensen que son raros; también puede ser que las personas no tengan tantos fetiches. O simplemente porque no sepan exactamente que es ser fetichista.

Pues bien, digamos que el fetichismo sexual es cuando una persona tiene un objeto o alguna parte del cuerpo de una persona que le genera una excitación sexual o incluso un orgasmo. No suele considerarse una enfermedad, salvo que su práctica sea necesaria para la excitación sexual cotidiana y afecta la rutina de la persona que lo practica.

Seguramente habéis oído hablar del fetiche de algunos hombres con los zapatos de tacón aguja; también hay quienes encuentran fetiches los pies. También se encuentran como objetos fetiches la lencería de encaje, los uniformes, las manos, cuellos, etc. Hay inclusive casos de hombres que tienen como fetiche las mujeres embarazadas. Es posible que se puedan encontrar fetiches en los objetos más comunes de nuestra vida cotidiana.

La ropa de cuero, el látigo, las cadenas, y el tapabocas también es muy popular, sobre todo en el ambiente BDSM. En las prácticas de BDSM, (es la denominación que reciben una serie de practicas sexuales: la sexualidad extrema convencional). Para que entender un poco mejor, entra el bondage y sadomasoquismo.

En estas prácticas se puede decir que hay fetiches como las cuerdas, el látigo o los tacones de aguja. Muchos hombres les gusta lamer el tacón y encuentran placer en ello. Pero no necesariamente tienen que ser fetiches oscuros. He conocido hombres que tenían debilidad por las mujeres orientales, y también alguno que confesara perder la cabeza con las morenas. Es posible que esos hombres solo salgan con mujeres de esas étnias.

Hay un objeto que suele ser fetiche y que algunas mujeres suelen tener como accesorios tanto como hombres: las esposas. Hay quienes sienten placer siendo esposados a la cama, o inclusive atados con pañuelos. No sé si todos tenemos un fetiche latente y no lo sabemos, o si surge sin más; o simplemente puede convertirse en una costumbre que puede terminar por dar placer. Imagino que hay tanto mujeres como hombres que encuentran placer en tener sexo con desconocidos.

El abanico de posibilidades depende de cada uno. A veces me pregunto cuantas personas de las que tenemos alrededor en nuestro día a día tiene algún fetiche...quien sabe.





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