jueves, 3 de noviembre de 2011

Esa sensación llamada orgasmo


Hablemos de experiencias únicas. Esa sensación que a veces resulta indescriptible, y que si logras sentirla, querrás repetir.  Cada uno tendrá su propia experiencia al respecto, claro está.  También habrá quienes no la hayan experimentado aun, y se pregunten que es lo que se siente.

¿Cómo explicarlo? En las mujeres, en el momento  te vienen unas convulsiones o espasmos que te generan un placer increíble; tu cuerpo pierde el control y posiblemente grites cuanto más intenso tengas el orgasmo. Y notarás que tu vagina se contrae como si se cerrara.

Nosotras podemos tener orgasmos de diferentes lugares de nuestro cuerpo y también de diferentes intensidades. Los más conocidos son los del clítoris y la vagina, pero tenemos otros puntos del cuerpo que no suelen ser los más utilizados, pero que también nos pueden proporcionar ese placer.

Algunas mujeres es posible que hayan experimentado el del clítoris sin experimentar el de la vagina, (este último en ocasiones puede ser un poco más laborioso de experimentar) o incluso viceversa, (todo es posible). Si una chica no sintió ninguno y siente la necesidad de hacerlo, seria recomendable que empiece por el del clítoris.

 Para llegar a sentir la experiencia  vaginal recomendaría un juguete sexual o vibrador, que siempre nos ayuda a conocernos mejor a nosotras mismas. Pensar siempre que cuando estéis con vuestra pareja querrán saber o vosotras querréis que sepan que es lo que os da placer, y así poder disfrutar juntos.

Muchas chicas me han confesado ponerse nerviosas a la hora de tener relaciones porque no han tenido un orgasmo ni siquiera con el sexo oral. Por eso la importancia de autoexplorarnos. A veces podemos ser lentas al llegar al orgasmo y no es nada malo. Pero no olvidemos que algunos chicos son demasiado rápidos también. Y ambas partes podemos mejorar con la práctica y sin tener miedo de no lograrlo.

Una mujer me explicó que había tenido una pareja y cuando lo hacían, él estaba tan pendiente de que ella tuviera un orgasmo que la ponía nerviosa. Y lo que ella  quería era disfrutar de todo el acto, no solo llegar al orgasmo. Me confesó que una vez estuvo a punto de fingir tener un orgasmo para quitarse la presión de encima.

Le aconsejé que no lo hiciera. Si comienza así, terminará fingiéndolos siempre. Es preferible que una se demore todo el tiempo necesario para llegar a un clímax real. Y si no se logra, que también puede pasar, puedes probar otras alternativas, como hacerlo tu misma o que tu pareja lo haga por ti. Y tú puedes enseñarle como te gusta. Pero no hay que obsesionarse con tenerlo.

Otra chica sin embargo no tenía esa presión, y su pareja aguantaba tanto que podía tener más de un orgasmo antes que él tuviera el suyo. Claro que su pareja la alentaba a seguir teniendo más durante el coito, pero sin presionarla.

Una joven me preguntó una vez si sabía como era tener multiorgasmos, porque ella no estaba segura si los había tenido o no. Había leído sobre este tema, y le expliqué que probablemente es cuando tienes una serie de orgasmos cortos uno detrás de otro, y sientes una serie de convulsiones. Entendía perfectamente a esa joven porque hacia tiempo había experimentado algo similar y también tuve mis dudas en su momento.
La diferencia fue que acudí a libros especializados para informarme un poco más al respecto.

Lo bueno es que podemos tener diferentes tipos de orgasmos y de intensidades. Podemos llegar al clímax  con una intensidad tan fuerte que una quede sensible y sea difícil volver a tener uno en un buen rato. Y podemos tener uno que nos permita volver  a tener otro, o los que sean.  Una misma puede experimentar todos esos tipos, o incluso aun no haber experimentado ninguno.

 También puedes tener una pareja que sepa hacerte llegar al cielo porque sabe como hacerlo, o puedes tener una que no tenga ni la menor idea de que es exactamente lo que tiene que hacer con tu cuerpo para lograr que te sientas en el cielo. Para solucionar esto tiene que haber un dialogo entre los dos para conocernos. Y una exploración mutua de los cuerpos.

Los hombres sin embargo pueden tener uno y esperar un rato para tener otro. Algunos pueden quedar agotados, pero no siempre es el caso. Y los hombres también pueden tener más de un orgasmo, pero no es tan simple. Para ello habría que recurrir al sexo tántrico, donde el hombre puede tener múltiples orgasmos sin llegar a la eyaculación.

Es importante no tener miedo de conocer vuestro cuerpo y el de vuestra pareja y comunicarse. Gracias a eso podemos realmente disfrutar en nuestra intimidad.










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