domingo, 13 de noviembre de 2011

Lo que ellos quieren del sexo...

Hace unos años tomando un café con unas amigas,  recuerdo que una de ellas comentó un historia con su novio: “Al principio él era muy tranquilo y solo nos besábamos; luego decidimos dar el siguiente paso, y nos acostamos. Yo pensaba, bueno ahora ya está, pero me encontré una nueva sorpresita: él quería una mamada. ¡Dios, no sabía que responder! Solo de pensarlo sentía arcadas. Me negué y le dije que no sería capaz de hacer algo así.”

Cuando tuvimos esa conversación debíamos tener unos diecinueve años. Éramos jóvenes, inocentes e inexpertas, por no decir vírgenes. Recuerdo esas conversaciones que tenías con pocas amigas sobre las primeras experiencias de las demás. Cuando iba a clase en la secundaria, mis compañeras ya tenían más experiencia, y sus conversaciones solían ser más instructivas. Ellas también tenían sus propios consejos.

Cuando les pregunte que pensaban de las mamadas, se echaron a reír: “No es la gran cosa. Solo tienes que tener a la persona adecuada para hacerlo”. Cuando les conté la situación de mi amiga me dijeron: “Eso es solo el comienzo. Luego le pedirá sexo anal Y posiblemente luego quiera hacer un trío.” Su respuesta me sorprendió.

¿Es posible que los chicos tengan diferentes metas sexuales a las que llegar?

Lo primero es llegar a besar a una chica. Cuando llegan a ese punto quiere besar todo lo posible, como si se acabara el mundo. Su lengua explora todo el terreno virgen. Posiblemente un adolescente se pase tantas horas besando a su novia que a veces es difícil de creer que no hayan tenido sexo.

Hay un punto en la relación con la chica, en la que sus dos cabezas empiezan a mandar, y el chico quiere hacerle caso a la de abajo. Entonces es cuando intenta hacerle el amor a su novia. Es un gran paso y posiblemente antes de atreverse a darlo, haya visto mucho porno, o haya pedido consejo a algún hombre ya experimentado en la materia, para al menos tener una idea, ya que el chico no deja de ser virgen y necesita algún tipo de guía para saber que hacer, (aunque el porno no tenga nada que ver con la realidad). También es verdad que con la práctica y los años irán mejorando.

El siguiente paso depende del chico, pero hay muchos que lo piden, otros que lo reciben sin pedir y otros a quienes se les niega; el de la mamada.
Para las chicas cuyos novios les piden que bajen y le hagan una, puede ser una situación extraña dependiendo de lo enamoradas o de lo seguras que se encuentren con su chico.  Lo mejor es estar segura de querer hacerlo, y que su novio le de toda la confianza del mundo. Si una no está segura de hacerlo, mejor evitarlo. Cuando una chica ya ha hecho una, es posible que tenga menos problema de hacerlo,  pero eso irá mejorando con el tiempo. Lo que no hay que hacer es obligar a ninguna chica a hacerlo; es mejor que una esté segura de lo que quiere hacer.

Hay algunos hombres que quieren llegar a este punto, y suelen insistir: el sexo anal.
Sí señores, por alguna razón, a muchos hombres les pone la idea de darles este tipo de placer sexual a sus parejas. Claramente está que para este punto el hombre debe tener experiencia, o al menos la mujer. Y deben estar muy limpios. Es una práctica que requiere paciencia y mucha higiene. Y que puede doler si no se sabe como hacer. Siempre me preguntan por que será que les gusta tanto esta práctica, pero no soy hombre para saberlo. Puede que como es un orificio más pequeño a ellos les de más placer, o simplemente por morbo.

El siguiente punto, no estoy segura si será para muchos pero es algo con el que algunos sueñan: hacer un menage a trois.
Es una práctica con la que muchos sueñan como fantasía, y que posiblemente quieran hacerlo con su pareja o no, dependiendo de la persona. Claro que no todas las mujeres están dispuestas a compartir la cama con otra mujer, o un hombre compartirla con otro hombre. Es posible que les guste para ver a su pareja en plan lésbico o para verse a si mismos con dos mujeres en una cama.

Visto de esta manera parece que los únicos que utilizan su imaginación son ellos, pero no creo que así sea realmente. Seguro que muchas de nosotras nos atrevemos a pedir a nivel sexual. Posiblemente sea algo como una postura determinada o hacerlo más suave o más salvaje. Y seguro que a muchas de nosotras nos gustaría, que nuestra pareja llegara y nos poseyera de forma salvaje. Cambiar a veces las costumbres en la cama le da a la intimidad una renovación que siempre resultara positiva para la pareja.





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