La adicción al sexo, cuya denominación clínica es trastorno de la hipersexualidad, es un trastorno en la personalidad que afecta a un 6% de la población, de los que solo un 2% son mujeres.
Seguramente habéis escuchado hablar alguna vez de la ninfomanía y satiriasis. La ninfomanía se caracterizaba por una libido muy activa en el sexo femenino. A las mujeres que tenían una gran necesidad de sexo sin control, o furor uterino, que se acostaban cada noche con un hombre diferente porque no lograban calmar su necesidad de sexo, se les llamaba ninfomanas. A los hombres se les llamaba sátiro.
Es importante no confundir el tener una vida sexual activa normal, con ser un adicto al sexo. Una persona con una vida sexual activa normal, siente satisfaccion sexual luego de llegar al climax. Sin embargo, estas personas, se caracteriza por una insatisfacción o culpabilidad en su vida sexual, porque no tiene control sobre esta.
Como todo adicto, tiene que aumentar su dosis de estímulos para calmar su necesidad. De esta manera su adicción le puede llevar a un ciclo de autodestrucción por no saber ni tener el control sobre si mismo.
El adicto al sexo recurre compulsivamente a la masturbación; consume grandes cantidades de pornografía, ya sea revistas, como internet; tiene citas de una noche, o recurre a la prostitución. Si estas actividades interfieren en la vida cotidiana, entonces estamos hablando de una adicción.
Una persona que recurre de manera compulsiva al sexo, intenta llenar su vacío con compañías que terminan provocandole mayor soledad. Por eso es importante que reconozca que su adicción afecta en su vida diaria y busque ayuda en profesionales. Hay grupos de apoyo para esta adiccion como para las otras.
Una pelicula muy actual que retrata este tema es "Shame".
No hay comentarios:
Publicar un comentario