lunes, 24 de octubre de 2011

Quitarse la vergüenza de preguntar

Normalmente no vas a una fiesta y hablas con un desconocido de sexo. No, ni hablar.
Y menos cuando tú quieres preguntar algo concreto para saber su punto de vista. Para eso al menos intentas entablar una amistad previa y entrar en confianza.

Se puede decir que a veces resulta ser una tarea difícil, y en algunos casos puede dar más de un problema. Porque si tu intención es saber que piensa un hombre sobre algo en concreto, puede la persona caer en el error equivocado de que intentamos un acercamiento. ¡Y luego tienes que quitártelo de encima!

Y también puede pasar otra situación. Que uno hable abiertamente de sexo en un grupo de personas cercanas y se escandalicen. ¿Pero qué está pasando? ¿Es que acaso soy la única persona que siente curiosidad por el tema?

Una vez que me estaba expresando dentro de un grupo de amigas, me di cuenta de que ellas parecían escandalizarse con lo que decía. Le pregunte a una cual era el problema. Parece que algunas mujeres aunque lo piensen, no lo dicen en voz alta.

Recuerdo una ocasión que hasta parecía tabú hablar de temas como la masturbación. ¡Pero si era un grupo de amigos!

No importa. No funciona así. Las personas son curiosas pero no quieren hablar, ni menos admitir, que es lo que hacen en la intimidad de sus relaciones. Sobre todo las mujeres. Suelen ser más recatadas a la hora de exponer su sexualidad. Hay muchas excepciones al respecto, pero no es fácil encontrarlas.

Para preguntar sobre sexo es también necesario preguntar sobre relaciones de pareja y hacer preguntas a veces muy privadas a personas que conocemos y a otras que tampoco conocemos tanto. A veces las apariencias engañan, porque te puedes encontrar una chica que parezca muy sería a simple vista, y luego si se suelta y habla te enteras que puede ser toda una tigresa en la cama.

Con el tiempo descubres que la gente cuando esta en grupo se suele poner incómoda hablando de temas sexuales. A no ser que sea en broma, ahí es otro tema. Y como les veo la intención, si me apetece les provoco a ver que caras ponen, suele ser divertido. En muchas ocasiones me ha pasado lo siguiente: como a una la ven muy dispuesta e informada, luego cuando están a solas van y  me preguntan las dudas que tienen.

 A veces eso puede ser muy halagador porque me están confiando sus dudas. Y también muy informativo porque muchas veces me encuentro situaciones que no me espero y aprendo también. Situaciones que desconozco de las cuales me piden consejos que no se si seré realmente capaz de ayudar a la persona. Sea como sea, no deja ser enriquecedor para mí y una fuente de aprendizaje.



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